En este primer post hacemos una breve reseña a la profesión de los Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en nuestro país. Espero que os guste.
La
ingeniería civil nace en Europa a mediados del siglo XVIII, cuando las obras de
utilidad y financiación pública dejan de ser proyectadas y ejecutadas por los
ingenieros militares, hasta entonces los únicos profesionales con la formación
necesaria para desempeñar estas funciones. La llegada de la Ilustración y el
cambio político que trajo consigo aumentó considerablemente las necesidades de
este tipo de obras de uso específicamente civil y de técnicos capaces de
concebirlas y construirlas. Así pues, la ingeniería civil surge como
bifurcación de la ingeniería militar.
La cuna
de la ingeniería civil europea es la École Nationale des Ponts y Chaussées de
París, primer centro de formación de técnicos en ingeniería civil creado en
Europa, en 1747. En España el nacimiento formal de la ingeniería civil tuvo
lugar en 1799 con la creación del Cuerpo de Ingenieros de la Inspección General
de Caminos y Canales decretada por Carlos IV.
La
Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, fue
fundada por Agustín de Betancourt y Molina, en 1802, en el Palacio del Buen
Retiro, a semejanza de la ya citada École des Ponts et Chaussées, que fue
su sede hasta su destrucción el 2 de mayo de 1808 . La Guerra de la
Independencia y algunas de sus consecuencias económicas y sobre todo políticas,
hicieron desparecer la Escuela y el Cuerpo de Ingenieros de Caminos en 1814.
Una vez restituidos ambos en 1820, las clases comenzaron de nuevo el 8 de
noviembre de ese año en un edificio de la calle Alcalá, pero las circunstancias
políticas propiciaron su interrupción en 1823.
Agustín
de Betancourt (1758-1824)
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En 1834
abre sus puertas la Escuela por tercera vez, ésta con carácter definitivo, en
el edificio de la Aduana vieja, en la plazuela de La Leña, mejorando y
ampliando el Plan de Estudio bajo la dirección de Juan Subercase. El 17 de
abril de 1836 se publica el Reglamento del Cuerpo de Ingenieros de Caminos, que
incluye el de la Escuela, regulando su funcionamiento, la duración de los
estudios y la estricta disciplina a la que habían de someterse los alumnos.
Puede considerarse que el alto nivel científico de los estudios en la Escuela,
para la época, fomentó la difusión de las Matemáticas en el país, entonces muy
abandonadas.
En el año 1853 ve la luz el primer número de la Revista de
Obras Públicas, cauce de expresión del saber científico y técnico del Ingeniero
de Caminos. Es el año en el que concluye la carrera José Echegaray y es
nombrado profesor Eduardo Saavedra. El año que ingresa Echegaray termina la
carrera otro ingeniero cuyo nombre también es conocido en la política del siglo
XIX: Práxedes Mateo Sagasta.
A
mediados de siglo, una serie de obras importantes reflejan ya el alto nivel de
preparación técnica de los Ingenieros de Caminos. Pueden mencionarse, entre
otras, las primeras líneas de ferrocarril, Barcelona - Mataró y Madrid
Aranjuez, o la inauguración en 1858 del Canal de Isabel II, la gran obra de
esta época, cuya construcción había dado lugar a fuertes polémicas y hasta
aceradas críticas al Cuerpo de Ingenieros de Caminos, todas convertidas en
aplauso y reconocimiento público a su finalización.
Obras del
Canal de Isabel II en el puente de la Sima (fotografía
de Charles Clifford).
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Entre las
numerosas modificaciones que sufrió el Reglamento de la Escuela es de destacar
la de 1870, que estableció un doble objetivo para la enseñanza: formar a
los que iban a pertenecer al Cuerpo Nacional de Ingenieros de Caminos y
comprobar los conocimientos de los que pretendían obtener el título profesional
de ingeniero.
La Escuela de Caminos, al igual que
las otras Escuelas de Ingenieros, copiaba fielmente el modelo francés de
formación de ingenieros al servicio de la administración del Estado. Así, dicha
Escuela era un centro de formación de funcionarios del Ministerio de Fomento,
denominado más tarde Ministerio de Obras Públicas. Los profesores eran
funcionarios pertenecientes al Cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y
Puertos del Ministerio.
En 1926 el Ministro de Fomento firmó
el decreto que concedía mayor autonomía a la Escuela, lo que dio lugar a una
mayor especialización del profesorado. Desde entonces, se establecerían
concursos para la provisión de las vacantes. La independencia económica
consecuente con la obtención de personalidad jurídica permitió atender a la
mejora de la enseñanza, a la modernización de los medios docentes y a la
potenciación de los trabajos de investigación.
Actualmente en Europa los estudios de
ingeniería civil son muy dispares en cuanto a su denominación, modelo
(integrado o bimodular) y duración, con centros de reconocido prestigio
internacional como la École Nationale des Ponts et Chaussées de París, el
Imperial College of Science and Medicine Technology de Londres y los
Politécnicos de Milán y Turín.
Las actividades profesionales que
desarrollan los Ingenierios Civiles y los Ingenieros de Caminos, Canales y
Puertos se han agrupado por sectores, siguiendo los criterios de los propios
colegios profesionales. Estos sectores son cinco de Administraciones Públicas
(los tres tipos de administración local, el Ministerio de Fomento y los demás
ministerios), el de Docencia e Investigación, la consultoría, las empresas
constructoras, las de transportes, las de agua y energía, las de gestión, y un
sector que engloba el resto de las actividades.
Referencias:
- Escuela Técnica Superior de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Granada. Ingeniería
Civil, Historia y Sociedad
- Escuela Técnica Superior de Ingenieros
de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. Historia
- Fernando Sáenz Ridruejo. Ingeniería
e Historia
A mediados de siglo, una serie de obras importantes reflejan ya el alto nivel de preparación técnica de los Ingenieros de Caminos. Pueden mencionarse, entre otras, las primeras líneas de ferrocarril, https://doctorariobo.com/hoteleria-y-hospedajes-en-argentina/
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